“Exigimos a las instituciones que investiguen los hechos con rigurosidad y profundidad”, subrayó el colectivo Distreestyle.

Colectivos colombianos alertan sobre la impunidad del asesinato del rapero conocido como MC Cub, Camilo Sánchez, y Camila Ospitia. Señalan que dichos homicidios son parte de un contexto donde la violencia líderes comunitarios y sociales es cotidiana.

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Estos líderes barriales fueron asesinados por ráfagas de disparos el pasado 15 de agosto en la localidad de Bosa, en el parque Porvenir.

En paralelo, este miércoles en Arauca asesinaron a un líder social, el segundo en una semana, en Bogotá, la capital colombiana

Al alertar que la violencia contra liderazgos sociales y la organización comunitaria también avanza en las ciudades, la plataforma Colombia Informa remarcó que ambos jóvenes lideraban procesos comunitarios en este parque de la localidad de Bosa.

Distreestyle, el colectivo al que pertenecían los artistas colombianos siguen denunciando junto a otras organizaciones el asesinato y exigen justicia.

En un comunicado conjunto con Ashanti Makena, Grito Histórico, Arquitectura Expandida, Comunidad de la Pala y Nuestros Barrios, el colectivo del que los líderes formaban parte recalcó que “es sabido que el parque del Porvenir ha sido un espacio donde las ollas de microtráfico, en convivencia y posible alianza con la policía, se han apropiado de la plaza del Porvenir, convirtiéndose en un espacio inseguro”.

“Exigimos a las instituciones que investiguen los hechos con rigurosidad y profundidad”, precisaron al tiempo que recalcaron que “los jóvenes que generan cultura, no pueden ser víctimas de las violencias que imponen los que se benefician de volver nuestros barrios en ollas, imponiendo su voluntad y asesinando la esperanza”.   

Asimismo reconocieron que los jóvenes “son líderes asesinados por la violencia de las Ollas y el Narcotráfico, que en presunta alianza con la Policía Nacional ha permitido la apropiación y las dinámicas violentas en el espacio”.   

Los jóvenes asesinados promovían el hip hop, una huerta comunitaria y construyeron un teatro móvil llamado “El Bicho”, el cual servía para distintas actividades culturales como música, teatro y cine.

En relación al paramilitarismo urbano, Colombia Informa insiste en que en Bosa operan el Clan del Golfo, las disidencias, el Tren de Aragua, los Satanás, los Paisas y los Cachorros.

“En Bogotá existen 55 grupos criminales, que no solo subcontratan entre sí, sino que también están en constante guerra por el control territorial y sus habitantes”, cita la plataforma.

De la plataforma Ciudadanías para la Paz, Juliana Ramírez señaló que “hemos identificado la importancia del territorio urbano en este proyecto de expansión paramilitar, que no es nuevo, pero que en los últimos años se ha recrudecido y crece. Creo que eso también lo hemos podido evidenciar en nuestro territorio. Cuántas veces no ha habido las mal llamadas limpiezas sociales, cuántas veces no salen panfletos, que son un mecanismo de control para que no podamos desarrollar la vida, para que no podamos autodeterminarnos”.

De igual manera, los jóvenes movilizados ante el asesinato de Camilo Sánchez y Camila Ospitia denunciaron la intimidación en el velatón.

Por otra parte, el alcalde Luis Fernando Galán se pronunció una semana después del crimen, mientras el secretario de Seguridad de Bogotá César Restrepo, solo se limitó a condenar los actos de protesta que a los días siguientes protagonizaron jóvenes ante los asesinatos.

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